El riesgo de incontinencia de orina se duplica después un embarazo y el de prolapso (caída de las paredes vaginales y órganos pélvicos) se cuadriplica. Después de cuatro embarazos las alteraciones del suelo pélvico se disparan; las posibilidades de incontinencia se triplican y las de prolapso se multiplican por 10.
Es esencial la concienciación del suelo pélvico tras el parto. El láser de CO2 sirve para la reparación y prevención de los problemas del suelo pélvico que se presentan años más tarde.
Se realiza tras la cuarentena para mejorar y reparar el colágeno de la vagina que se ha dañado durante el parto. Habitualmente es necesaria una sesión de láser preventiva entre el 2-6 mes postparto.